jueves, 23 de abril de 2009

Manifiesto pastafari

Un hombre sin costumbres es poco, un hombre sin religión está perdido... o al menos eso decía mi abuelita. Como mujer, nunca me sentí aludida, pero he decidido darle un giro a mi vida y abrazar la fe como debe ser. Así que de ahora en adelante, todos los domingos serán días de observancia obligatoria, así que, sin excusa ni pretexto y siempre y cuando yo me encuentre en la ciudad, podrán caer en mi casa a cenar pasta en honor del gran Moustruo de Espaguetti Volador.

¡RAmén!

P.D. Ni me avisen, nomás caíganle. ¿Cuánto nos podemos tardar en que hierva otra bolsa de espaguetti? Mientras podemos ir abriendo el frasco de salsa, rallando el queso y brindando con alguna cerveza o vino que ustedes traigan, ¿no?

3 comentarios:

  1. No te preocupes, Peque, que ahorita ya tengo la despensa para este domingo. Su pastidad me ve con tan buenos ojos que no me cobraron el queso parmesano en el súper.

    Mi estimado Lord Eggs: usted puede traer lo que guste, en el entendido que lo que yo prefiero que llegue es su amable persona. :)

    ¡Ramen!

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